Por fin he conseguido escribir este post!!!
Casi tengo que volver a Oporto para acordarme de todo, por cierto, no estaría nada mal jejeje
Es que en agosto fuimos a celebrar las bodas de oro de mis suegros en Aveiro y Oporto (Portugal). Fue un viaje muy bonito y desde luego inolvidable.
Ir a Portugal es siempre muy agradable, principalmente porque puedo hablar portugués (bien!!!). A pesar que casi todo el tiempo hablaba español con mi familia. Las niñas desde el primer día pasaron estupendamente y otra vez me probaron que si pueden viajar, que cuando quieren si portan muy bien :o)
En Aveiro, nos quedamos en el Hotel Aveiro Palace. Muy bien localizado, con vistas increíbles para los canales, habitaciones amplas y para quién va con niños, está muy bien. Luego enfrente, cruzando la calle, un parque con monitores. Ah! Un centro comercial a cielo abierto que está muy guapo.
El pueblo es pequeño, el atendimiento es agradable pero muy muy muy lento (hay que ir sin prisa y sin hambre jeje), pero merece la pena.
El paseo de góndola fin de tarde es lo más guapo que hay, cuesta 5 euros por persona y niños hasta 12 años no paga.
El paseo de góndola fin de tarde es lo más guapo que hay, cuesta 5 euros por persona y niños hasta 12 años no paga.
Oporto
Tardamos más o menos 45 minutos de Aveiro a Oporto, llegamos justo en la hora de comer. Madre mía, que hambre tenía :o)
Antes de buscar un sítio, decidimos pedir una buena indicación del Hotel, y no podía haber sitio mejor indicado. Comida portuguesa tradicional y casera llamado Zé de Braga, un bar pequeñin pero muy agradable. El dueño, un portugués muy simpático, que coincidentemente vivió en Brasil 20 años. Al final de la comida, casi no tenía ganas de marchar, mas majos!
No hospedamos en Hotel das Artes , a 10 minutos del centro. La fachada no llamaba mucho la atención, pero nada más subir las escaleras todo cambiaba. Por dentro respiraba frescura por los cuatro costados, personal amable y cuanto a relación calidad precio, perfecto. Mi preocupación era cómo iban dormir mis niñas, pero tanto en Aveiro cómo en Oporto nos dejarón poner 2 cunas en la habitación.
Hacía un día precioso, con cielo despejado y calorín :o)
Optamos por hacer un paseo en el funicular, que costaba 2 euros por persona y niños no pagaban.
Es un momento en bajar, pero merece la pena porque las vistas son guapísimas.
Vista de la puente por la noche
No sé si os conté, pero yo llevaba una lista de cositas en mi bolsillo (por si acaso jeje). Pero, había muchos "peros" y no conseguimos hacer ni la mitad.
Mi lista de bolsillo :o))))
Mercado do Bolhao
Palacio de Cristal
Café Piolho o (café ancora d'ouro)
Restaurante Book
Café Santiago
A rota do chá
Que os parece la lista? Pequeñita? Para 2 días si! jajaja
Bueno, y de todos los sitios que conocí hay uno que no puedo dejar de mencionar. Parecerá injusto para muchos, pero soy una adicta al bizcocho de chocolate y gordita asumida, así que quien decida conocer Oporto no puede dejar de desayunar en Pimenta Rosa, está en un Centro Comercial pequeñito con un aire alternativo y que me ha encantado.
Atención a los tacaños!!! Un café tamaño desayuno, una magdalena, una pieza de bollería, una macedonia de frutas y zumo de naranja natural, solo por 2,20€. Y por supuesto, el famoso bizcocho, que aunque en las fotos lo veáis de un tamaño normal, no os engañéis, el plato es de presentación, y os puedo decir que es el equivalente a tres raciones aquí en España.
Finalmente, todo lo anterior mas el megabizcocho mas 2 zumos de naranja extras, por 5,40€. Y me pregunto yo, ¿ganarán dinero?
Fíjense en los detalles de la mesa, son de costura. Que monada!!!
Pequeña comida
El famoso y enorme bizcocho de chocolate!
Para dos personas y si nos sobra algo (difícil), nos lo ponen en una cajita para llevárnoslo a casa
Quiero volverrrrrrrrrrrr!
No es sólo eso, es la magia de estar en un sitio y con la mejor compañía. Mi marido y mis niñas, os quiero mucho!
P.D. Prometo contar algunas anécdotas que se me quedan en el tintero de este viaje a Portugal, como por ejemplo, el ejército de hormigas que se apoderaron de nuestros exquisitos (suponemos) huevos moles, dulce típico de la Venecia portuguesa, el encantador Aveiro.
No es sólo eso, es la magia de estar en un sitio y con la mejor compañía. Mi marido y mis niñas, os quiero mucho!
tchim tchim!
Hasta la próxima!
Até a próxima!
<3
P.D. Prometo contar algunas anécdotas que se me quedan en el tintero de este viaje a Portugal, como por ejemplo, el ejército de hormigas que se apoderaron de nuestros exquisitos (suponemos) huevos moles, dulce típico de la Venecia portuguesa, el encantador Aveiro.
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